¿Cuáles son los niveles de riesgo en el suicidio?
Hay un riesgo de suicidio leve cuando no hay planes ni preparativos concretos para hacerse daño, es una idea suicida limitada, pocos factores de riesgo conocidos y no hay intentos de suicidio en el pasado.
El nivel de riesgo se eleva a moderado cuando hay firmeza en los planes y preparaciones perceptibles para hacerse daño. Puede haber un historial de intentos suicidas, sumado con al menos dos factores de riesgo adicionales.
Se considera que es moderado porque aunque hay una intención suicida, no hay un plan claro y la persona pudiera estar motivada para mejorar su estado emocional y psicológico.
Los casos con riesgo grave de suicidio se identifican porque la víctima realiza planes y preparaciones concretos para hacerse daño, hay intentos suicidas previos, dos o más factores de riesgo y desesperanza en el futuro. Además, rechaza el apoyo que se le ofrece.
Cada uno de los niveles de riesgo es atendido en términos de estabilización y disminución de riesgo, tratamiento psicológico, psiquiátrico y trabajo social.
Algunos síntomas y signos de alarma asociados a la conducta suicida son:
- Cansancio y falta de energía
- Irritabilidad intensa sin justificación aparente
- Alteraciones del estado de ánimo, ansiedad y agitación
- Aislamiento de amigos y familiares
- Cambios en los cuidados higiénicos habituales
- Autolesiones o actitudes violentas
- Hablar de suicidio y muerte
- Abuso de alcohol y de otras drogas