¿Qué es la trata de personas?
La trata de personas es un delito en el que mediante amenazas, uso de la fuerza, rapto, fraude, engaño, abuso de poder o una situación vulnerable e incluso condicionando un beneficio, se somete a una persona a condiciones de trabajo y vida crueles, peligrosas e ilegales.
Las víctimas se encuentran en muchos casos lejos de sus hogares y son explotadas sexual y laboralmente, obligadas a realizar tareas de servidumbre, a participar en grupos delictivos o a cometer delitos.
Para atraer a sus víctimas, el o la tratante realiza promesas y ofrecimientos de trabajo y éxito, dentro o fuera del país, con condiciones atractivas.
Quienes caen en el engaño se encuentran en una situación de riesgo como inestabilidad política y social, desempleo o trabajos de mala calidad, falta de oportunidades educativas, difícil acceso a servicios de salud, problemas familiares y afectaciones por crisis económicas.
A estas circunstancias se suma el deseo de reunificación familiar, que es el caso de las personas buscan migrar para acercarse a su familia.
A pesar de las difíciles condiciones en las que viven, las víctimas no piden ayuda o denuncian por miedo a la deportación o ir a la cárcel. Además, al encontrarse en un país o un lugar extraño, no saben a dónde acudir o a quién pedir ayuda.
Frecuentemente sufren también de amenazas en contra de su familia y la exigencia del pago de su “deuda” con sus captores por pasajes, alojamiento, alimentación e incluso vestimentas.
Los sitios más comunes donde se detecta este delito son zonas donde se ejerce la prostitución, lugares de producción de pornografía, agencias de acompañantes, pero también en zonas agrícolas y de construcción, así como en industrias formales y el servicio doméstico.
Este delito afecta a las personas sin importar su edad, sexo, condición social, credo o raza. Si eres víctima o detectas que está presente en tu entorno, denuncia de forma segura y confidencial al 089.
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